Fueron felices pero se negaron a comer perdices. Eran vegetarianos.
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Fueron felices pero se negaron a comer perdices. Eran vegetarianos.
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Me acusaban de ser la escritora más lenta del país. Todo el mundo estaba convencido que no acabaría la novela que estaba escribiend
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La mujer estaba muy deprimida tras ir a la oficina de ayuda para familias numerosas. Tenía cinco hijas. Cuando le preguntaron si tenía hijos, tuvo que responder que no. Quiso decirle que solo tenía feminas pero el funcionario no le dio la oportunidad, tenía una larga cola a la que atender y le mandó salir.
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Tras ser atropellado, el perro estaba a punto de estirar la pata pero no parecía excesivamente preocupado. Todavía le restaban otras tres vidas.
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Hoy empiezo un nuevo blog en el que iré publicando mis microrelatos. Espero que os guste. Y, sobre todo, gracias por visitarlo.
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